Hoy os traigo un post hiper mega diferente a los que os tengo acostumbrad@s.
Estamos en esa época del año en que nos ponemos a hacer balance del año que ya está casi por terminar, de las vivencias que ya son recuerdos, y también es tiempo de pensar los nuevos propósitos para el año que en breve empezamos.
La verdad que desde mi condición de atea convencida, no creo en el concepto de Navidad basado en la vertiente religiosa. Desde que tengo uso de razón, cuando ya me explicaron la reproducción en el cole, el "mito" de la virgen María, se desmoronó "ipso facto", y acto seguido me puse a pensar en las "batallitas" que contaban sobre el niño Jesús, los apóstoles, y demás personajes de la Biblia, que para hacer pelis tipo Los diez mandamientos, Quo Vadis y demás, sirven de maravilla, no os diré que no. Supongo que por aquel entonces ya se había despertado en mí mi vertiente de ciencias.