Tengo que reconocer que cuando una lectora me propuso hablar sobre el síndrome de Ménière, me quedé fuera de juego, vamos que conocía el síndrome pero ni idea de un tratamiento específico o qué estilo de vida sería el más adecuado para poder hacer frente a él.
Pero no me podía quedar con la duda de descubrirlo y poder empaparme de toda la información que pudiese recapitular, puesto que la persona que me había hablado sobre ello era una de mis más fieles lectoras.
Así que después de varias semanas de investigación y consultas con amig@s médicos, hoy me dispongo a hablar sobre el síndrome de Ménière. Pero ojo, en esta ocasión es solo un post informativo, puesto que no tengo la capacidad de poder ofrecer hablaros de ello basándome con mi experiencia o mis conocimientos, aunque sobra decir, que me fío al 100% de mis fuentes, que son auténticos profesionales.
Así que después de varias semanas de investigación y consultas con amig@s médicos, hoy me dispongo a hablar sobre el síndrome de Ménière. Pero ojo, en esta ocasión es solo un post informativo, puesto que no tengo la capacidad de poder ofrecer hablaros de ello basándome con mi experiencia o mis conocimientos, aunque sobra decir, que me fío al 100% de mis fuentes, que son auténticos profesionales.