Lo supe des del primer día en que vi a Cenicienta permitirse el lujo de perder un zapato (con lo que me gustan a mí) o cuando vi que a Bella la tachaban de rara por leer (con lo devora libros que siempre he sido).
Por no hablar de, y eso es una generalidad a excepción de unas pocas, siempre están en apuros y no pueden solucionarlos solas. ¿En serio?
Vamos, que para ser princesa como requisitos se necesita: ser dependiente y no requerir de mucho cerebro.
Yo sin duda, me negaba a ello. Y lo sabía, había nacido para ser bruja, no princesa.