Nuestro estilo de vida o el tipo de consumismo que practicamos, es como esa marca que dejamos al andar sobre la arena. Una huella en nuestro planeta que solo está en nuestras manos decidir qué tipo de huella queramos que sea, ecológica, o destructiva.
Creo que muchos a día de hoy ya os habéis podido dar cuenta que algo no va bien. Temperaturas elevadas en zonas en las que normalmente apenas se aprecia un ápice de calor, las consecuencias de esas elevadas altas temperaturas como el deshielo, la aparición de fenómenos meteorológicos extremos (huracanes, sequía o por contra inundaciones), la problemática que están viviendo muchos animales y plantas para adaptarse, la contaminación... Y un, por desgracia, largo etcétera.