DECIR ADIÓS

sábado, 4 de febrero de 2023


Duele una barbaridad dejar atrás algo que nos hizo felices.

El tener que verte abocad@ a cerrar una etapa, a dejar ir a personas y despedirnos de ellas.

DECIR ADIÓS


Y cuesta lo que no está escrito separarse de algo que te gusta, que amas, pero que sabes que no debes seguir "teniendo".

Pero sabes que es necesario, que quizás sea el momento de cerrar etapas. Decir adiós, y empezar con un nuevo hola.

La vida es como un libro.

Necesitamos tener páginas en blanco para no parar de seguir escribiendo nuestra historia

A lo largo del tiempo vamos sumando capítulos. Escribimos nuevas aventuras que puede que finalicen con un punto y final o seguido, con un punto y aparte, o inclusive la incerteza nos hace poner puntos suspensivos porqué no sabemos si ese capítulo tendrá una continuidad.

Pero todos esos capítulos tendrán sentido cuando sepamos por qué los cerramos y por qué es necesario hacerlo, y ese sentido será el que nosotros le demos.

Pero centrándome en el adiós, y aunque no sean fáciles, es bueno saber que a veces, muy a nuestro pesar, son necesarios y en muchas ocasiones precipitarlos nos podrá ayudar a superar antes ese duelo obligatorio y así empezar a estar preparad@s para lo que venga.

Además, y aunque suene quizás duro y cueste de entender, ese dolor por lo perdido puede que sea más sano que el dolor de estar viviendo algo que seguramente va a romperte cuando menos te lo esperas. 

Hay despedidas que son para valientes. Despedidas que te dejan un vacío inmenso que no sabes si quizás en un futuro podrás rellenar. 

DECIR ADIÓS


Lo desconocido, a veces es lo que nos cuesta más de enfrentar. El hecho de salir de esa zona segura y afrontar que tenemos que volver a empezar. 

Pero ahí está el miedo, nuestro fiel compañero de este viaje que es la vida. El que se aferra con ganas a nosotr@ para hacernos tambalear. Pero solo en nosotr@s podremos hallar la fortaleza para vencerlo.

Porque, hay que hacerlo, porque si tapamos ese dolor y nos aferramos al miedo, solo haremos que se alimenten y luego nos cueste no salir derrotad@s.

Creo que aprender a decir adiós, también es tolerar ese vacío, reconocer esa necesidad de cerrar capítulos, y que quizás sí, hoy duela, pero que mañana ya no lo hará, o en eso deberíamos centrarnos. Además, el hecho de saber que está ahí y no alimentarlo, puede brindarnos la oportunidad de que ocurra la magia. La magia de que el adiós pueda ir de la mano de un hola posterior.

Pero obvio, debemos permitirnos llorar si lo necesitamos, debemos tomar todo el tiempo que consideremos para sanarnos, y todo ello debemos hacerlo para empezar a agarrar bien fuerte el bolígrafo y empezar a escribir de nuevo. 

Y lo confieso, soy de las que a veces ha pensado que mejor que un adiós es dejar las cosas en stand by o dejar hojas en blanco por un si acaso, pero lo admito, creo que no es necesario cuando una relación ya duele en exceso y está empezando a oxidar tu autoestima. 

Quizás me aferraba a ello, porque pensar en una posición de no retorno a priori me angustiaba y costaba pensar que debía enfrentarme a ese horizonte de posibilidades donde ese alguien ya no está en la ecuación, o no como me hubiese gustado.

Pero, hay que asumirlo, hay que ver y saber cuándo es necesario dar ese paso, ser valientes, olvidarnos de las pausas y de esa rabia por lo que pudo ser, y a pesar de tener el alma desgarrada y sentir ese frío en el pecho que nos aterra, nos desnuda y nos tira al suelo, hay que seguir hacia delante.

DECIR ADIÓS


Liberar nuestra alma para dar la bienvenida a todo lo que tenga que venir.

Pero claro, al principio todo es como esa radio desintonizada o con interferencias, vamos, todo es un caos.

Así que, suelta todo ese ruido, e intenta escucharte. Valora tu tiempo, tu vida, y libérate de esas cadenas que muchas veces tu sol@ te pones.

Y no, no te aferres a lo vivido, disfruta recordando esos momentos que serán siempre un regalo.

Busca esas 309 razones para pensar que aunque hoy duela, valió la pena.

¡Un saludo maj@s!










3 comentarios:

  1. Según la personalidad de cada uno, cuesta mucho dejar entrar y salir a personas de nuestra vida. Cuando confías en alguien piensas que siempre estará ahí y, por desgracia, muchas relaciones tienen fecha de caducidad, pero cuesta decir adiós. Siempre quedarán los recuerdos,bss!

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  2. Las despedidas son necesarias aunque a veces nos cueste creerlo pero es así, no todo es para siempre y no todo nos va a doler con la misma intensidad, de valiente puede que sí, pero todos estamos preparados para ello

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  3. Decir adiós y comenzar de nuevo puede ser difícil, pero a veces necesario. En esos momentos, contar con el apoyo de un psicólogo puede ser fundamental para procesar las emociones, encontrar el equilibrio y abrirnos a nuevas oportunidades de crecimiento y bienestar.

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