Ya viernes de nuevo, y como cada viernes desde hace una buena temporada, cuento con la colaboración de Mel.
Hoy nos habla de l@s amig@s.
Pero no esos "amigos", a los cuales se les pone la etiqueta pero en realidad son conocid@s, nos habla de l@s AMIG@S, sí en mayúsculas. Esos seres que se cruzan en tu vida por casualidad y terminan siendo una parte indispensable de ella.
"¡Muy buenas, amores
de mis amores! ¿Cómo habéis pasado la semana? Si estáis cansadas/os o
estresadas/os, no os preocupéis que si me estáis leyendo a mí. significa que es
Viernes y que llega el fin de semana. ¿Qué planes tenéis? A mí me gustaría
contar los míos: tirarme en el sofá a ver series y películas. Y si el plan es
con palomitas y alguna que otra golosina… mejor que mejor.
Pero hoy, a lo que
vamos, al lío. ¡A por el post semanal en el Mundo de Mel! ¡Let’s go!
Cuando un amigo se convierte en tu familia
Cuando un amigo se convierte en tu familia
Desgraciadamente,
tengo que decir que la familia está un poco idealizada.
¿Qué quiero decir con
esto? Pues que siempre se suele decir la frase de… “la familia siempre estará
para apoyarte”, pero en algunas ocasiones no es cierto.
Ojo, no digo que todas
las familias no lo cumplan, pero sí que hay algunas que ni siquiera lo intentan
llevar a cabo.
Hay situaciones (por duro que parezca), en que las familias
miran hacia otro lado, no quieren saber nada y ni si preocupan de que uno se
pueda sentir bien o mal. Es entonces, cuando te das cuenta que un amigo o amiga
apuesta por ti mucho más que ellos. Y de repente sabes, que él o ella es tu
familia.
Esa amistad, te da
todo lo que la familia no te ha facilitado: ha estado contigo cuando más lo has
necesitado, te ha hecho reír, te ha escuchado, ha estado contigo en los buenos
momentos, pero también en los malos y sabe todos tus defectos y tus virtudes.
Pero no ocurre únicamente eso. Además, ese amigo es en la persona que más
confías y que sabes a ciencia cierta que nunca te va a fallar. Podréis
discutir, os podréis cabrear, te regañará cuando estés haciendo algo mal, te
dirá cosas que quizás no te guste, pero siempre estará a tu lado. Del mismo
modo que tú siempre estarás al suyo.
A ese amigo o amiga, pasas a considerarle tu hermano o hermana, una parte de tu familia. Y es ahí, cuando descubres que la familia no se forma únicamente por la sangre. Que ser una familia significa mucho más que llevar los mismos apellidos y quedar para comer o cenar en las fechas más señaladas. Una familia, no te juzga por las decisiones que tomas (ya sean equivocadas o acertadas para sus ojos), no se aparta de tu lado cuando necesitas gestos de afecto y no giran la cabeza hacia otro lado cuando necesitas de su ayuda o de sus palabras. Entonces, piensas en tu amigo o amiga y en la mucha suerte que tienes por tenerle en tu vida. En lo afortunada que te sientes.
Piensas en todas las
cosas por las que habéis pasado juntos: los enfados, las risas, los llantos, la
tristeza, las locuras y las alegrías. Y la verdad, es que no puedes evitar
decirte para ti mismo eso de… “quien tiene un amigo tiene un tesoro”, y tú has
tenido la fortuna de vivir esa experiencia tan encantadora a la vez que
enriquecedora. Esa sensación de poder hablar de lo que sea con él o con ella, de
contarle alguna tontería del día sin miedo a que se ría de ti, porque
evidentemente, ella o él te contará otra payasada aun mayor que la tuya. Esa
sensación de sufrir tú igual que ese amigo o amiga que lo está pasando mal. O
hincharte a helado con esa amiga porque le acaba de dejar su pareja.
“Quien tiene un
amigo, tiene un tesoro”. No he leído una frase más verdadera y acertada que
esos amigos que se han compartido parte de nuestra familia. Por esos amigos que
son capaces de sacarnos una sonrisa hasta en los momentos más oscuros. Por esos
amigos que hacen de nuestra vida mejor. Por esos amigos que saben nuestros
mayores defectos y que te suelten: “si piensas que me estás asustando, no lo
estás haciendo. No voy a moverme de esta silla”. A esos
amigos, simplemente gracias. Gracias por ser nuestras luces en los días grises.
Porque como dijo el pensador y poeta estadounidense Emerson:
“Si sientes que todo perdió su sentido,
siempre habrá un te quiero, siempre habrá un amigo”.
Publicado por Mel, redactora del blog www.nuncajamasyyo.com"
¡Un saludo maj@s!
Lindas palabras, ¿verdad?
Yo la verdad, sino sería falsear la realidad, por suerte tengo una familia maravillosa. Y no es que la sobrevalore, ni la tenga idealizada, simplemente somos una gran piña, en la que reina, a parte del amor, la confianza, y eso creo que es muy importante.
Pero debo darle la razón a Mel. L@s amig@s, pueden llegar a convertirse en personas igual de importantes que tu propia familia de sangre.
Sin ir más lejos, yo puedo presumir de ello. Tengo en especial a unas amigas, que la palabra amistad se queda corta para describir qué son ellas para mí.
Así que, con el permiso de Mel, quiero agradecer a esas amigas el estar siempre ahí de un modo incondicional. Y decirles, lo que siempre les digo, y llevamos diciéndonos desde hace siglos...
"Dijimos que sería para siempre, y será para siempre..."
ACTUALIZACIÓN: El Mundo de Mel ya no se encuentra en el blog, ya
que en la actualidad la autora ya no colabora en Mi meta, tu salud.
¡Un saludo maj@s!
a veces la familia sí que está cuando los amigos te dan la espalda... a veces esas
ResponderEliminar"amigas" tienen cosas que hacer cuando pides socorro y en mi caso son mi hermana y mi madre las que están siempre ahí, lo dejan todo.
me encanta eso de que quien tiene un amigo tiene un tesoro!! pero mis cofres por ahora venían vacíos!!jajaja
un beso enorme para las dos y feliz fin de semana!
¡Hola guapa!
EliminarToda la razón del mundo. Hay amigos y amigos.. como hay familias y familias...
Yo la verdad es que como dije en el post tengo la suerte de contar con una familia maravillosa, entre las que también como dices tú están mis dos mejores amigas (mi mami y mi hermana), pero admito que tengo además, esas amigas que forman parte ya de mi familia.
Besos tesoro, feliz finde
Hola Mel y Carol,
ResponderEliminarNo saben lo identificada que me siento por este post. Familia par mi es un decir y familia para mi son mi padre (D. E. P) y mi madre. La gran mayoría de las veces los amigos aportan mucho más que la familia y están para lo bueno y lo malo. No quiero entrar en detalles pero por mis palabras seguro se lo imaginan.
Lo comparto!!!
¡Hola cielo!
EliminarTe entiendo perfectamente y no es necesario que cuentes más ;)
Así que, pensarás que es una bobada, pero cada vez que me llames amiga a partir de hoy, lo veré con otros ojos ^_^
(El post me ha hecho reflexionar todo el día, de que hay amigas lejos que pueden significar más, a día de hoy, que otras que están cerca.......Espero que me entiendas ;) )
Besos reina
Hola, chicas!
ResponderEliminarYo me voy a posicionar en el bando de los que piensan que la familia está algo sobrevalorada, o al menos es lo que yo he experimentado en mi vida, así que en esto estoy de acuerdo con Mel y con Lidia. Hace unos días escuché hablar de esto mismo en la tele, y comentaban lo que se dice siempre de que los amigos los eliges tú y ambas partes decidís estar juntas sin obligaciones, y la familia son unos señores que te ponen ahí y que tienes que aguantar sí o sí, no sólo en la comida de Navidad, sino en todo tipo de circunstancias. Y a la familia de sangre les toleras y perdonas cosas que, cuando interfiere el segundo eslabón que son los "agregados", como yo digo (cuñados, suegros, etc), a veces se convierten en conflictos difíciles de aguantar. Yo, que de jovencita tuve siempre auténtica pasión por la familia, con el tiempo y las experiencias, después de muchos palos y jugarretas, me he vuelto más excéptica, y estoy con quien quiero estar, con quien me aporta algo y me da cariño real. Al menos, si te llevas una decepción con un amigo, siempre duele menos que si es con la familia, es como si te arrancaran un trozo... Hoy estoy un poco más seria que otras veces, pero es que cuando me tocan este tema, hago pocas concesiones... sorry! Suerte de esos amigos o amigas con los que te puedes desahogar a gusto, ayudarles o que te ayuden y echarte unas risas delante de un café o de un portátil chateando: ésos son un regalo de verdad! Besos, preciosas!!!
¡Hola cielo!
EliminarA ver, os entiendo perfectamente a todas, y no es que me posicione ¡eh!, simplemente que en mi caso, afortunadamente, puedo decir que mi familia sí son esas personas que siempre elegiría en esta y en mil vidas.
Pero claro está que siempre hay una manzana podrida... (que en mi caso, sudo y listos, porque no es que sean seres muy muy allegados)
Pero de verdad que os entiendo perfectamente a todas.
Claro está que el hecho de estar "contenta" con la familia que tengo, no valore a esos amigos de verdad. A esos, que como bien dices, de ayudan, te escuchan, te echas unas súper risas.. porque por suerte también tengo de esos.
Besos...AMIGA! ^_^
ResponderEliminarHola Carolina! vaya descubrimiento he hecho con tu blog. Que de contenidos interesantes sobre cosas sanas. Muy buen trabajo. Me quedo por aquí echando un ojo ;) y cotilleando un poco más. Interesante el post de los besos :*Un beso enorme guapa ¡¡tienes unos contenidos estupendos!! Muá :* pasalo bien el fin de semana.
¡Hola Natalia! Muchísimas gracias por tus palabras. Celebro horrores que te guste el blog.
EliminarBienvenida a mi humilde pero no insignificante blog Jejeje
Besos guapa
De todo hay en la viña del Señor..., hay familias y familias y amigos y amigos. Ahora que yo tengo mi propia familia, pongo todo de mi para crear una como la que describes Caro, en la que haya amor y en la que haya confianza. Intento que haya espacio para la risa, para el respeto, para la escucha... A veces es complicado, a veces me parece una tremenda lucha. Pero es una lucha que a mi me vale la pena; yo adoro la familia. Y respecto a la familia política, he tenido una suerte... yo no tengo cuñados, tengo tesoros, los disfruto siempre que puedo. Respecto a la amistad, en estos años desde que tengo a los niños ha perdido algo de relevancia, la familia y el trabajo se llevan el tiempo y las energías. Tengo amistades, pero no es esa amistad intensa, qué digo, intensísima que tuve en muchas ocasiones. Tal vez vuelva eso, tal vez no. No importa, hay que vivir cada momento. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola cielo!
EliminarDebo puntualizar que el artículo es de Mel, una antigua colaboradora del blog, que ya no está en activo aquí. Que no me gusta adjudicarme la autoría de algo que no es mío.
Dicho esto, de verdad, me han encantado tus palabras y reflexiones. Creo que son un claro ejemplo de alguien que que vive la vida intensamente, vamos que vive el momento, y sin duda, es el mejor modo de hacerlo.
Un besote enorme