EXPERIENCIAS: MEL Y LA EDUCACIÓN INFANTIL

viernes, 16 de octubre de 2015


Sí, ya está aquí el deseado viernes. Último día laboral, para mí, de la semana, el día en que viene mi Pequeño Guerrero (para l@s que aún no lo sepáis, es mi sobrino de dos meses), y también, es el día en el que Mel, hace aparición en mi blog.

Hoy nos trae un post de aquellos que podríamos catalogar como personal, ya que nos cuenta su experiencia, hasta el día de hoy como Educadora Infantil.

EXPERIENCIAS: MEL Y LA EDUCACIÓN INFANTIL

Pero no os creáis que al no ser uno de esos posts propiamente informativos, salgáis de aquí sin aprender nada. Todo lo contrario.

A veces, y esto ya es una opinión totalmente personal, creo que se aprende más de ciertos temas con las experiencias de otras personas, que no leyéndose tropecientos libros que hablen sobre ello.

Además, con el post de hoy, podréis conocer más quien es ese terremoto que cada viernes visita el blog.

Sin más rollos, os dejo con Mel.

"A ver, qué día es hoy… ¿viernes? ¡viernes! Eso quiere decir que vosotras, criaturitas adorables, estaréis leyendo ya mi post en el Mundo de Mel.

¿Sabéis lo que echo de menos? Meterme un poco con Carol… pero luego, mejor lo pienso y digo… mejor que no, que como saque la mala leche interior (que la tiene, porque a mí me echa broncas a diario…), lo mismo me despide y estamos apañadas. Así que, mejor me callo la boca (o controlo mis dedos) y lo dejo pasar. Hoy me ha parecido interesante contar mi experiencia como Educadora Infantil y lo que realmente esperaba yo de esta etapa como maestra. Ya sabéis que no es oro todo lo que reluce. ¡Así que… Let’s go!

Mi experiencia como Educadora Infantil

Los que hayáis leído por encima mi blog, sabréis que adoro a los niños

Desde muy pequeña, supe que quería dedicarme a algo relacionado con ellos y poder sacar lo mejor de mí misma a esas personitas que tanto lo merecen. 

Finalmente, me decanté por Educación Infantil. Después de la teoría y las memorizaciones en clase, llegó el momento de la práctica. Supuestamente dónde podías comprobar por ti misma si realmente querías dedicarte a esa profesión o si por lo contrario, te habías equivocado y no era vocación hacia los peques lo que sentías (que todo puede ser).

Para afinar más mi relato y así poder decir que no todas las Escuelas Infantiles ni todas las Comunidades siguen el mismo proyecto educativo, os concreto que yo soy de Madrid, y que por la tanto, he trabajando únicamente en escuelas de la provincia.

Mis prácticas fueron un cincuenta por cierto encantadoras y otro cincuenta por ciento devastadoras.

Los primeros tres meses estuve en el aula dos-tres años y los otros con los bebés, en el aula de cero-uno. La verdad, que el primer trimestre no fue lo que esperaba.

Ilusa de mí, creía que los niños aprenderían jugando, que se daría más importancia a la Inteligencia Emocional y potenciar los valores que los padres ya habían inculcado en casa. 

Pues me equivoqué, me di cuenta que, los niños seguían una estricta rutina que no se podía incumplir. Y que se mantenían sentados durante cuarenta minutos haciendo fichas y más fichas que les enseñaban los conceptos matemáticos y espaciales más básicos (arriba, abajo…). Si os soy sincera, me sorprendí y no para bien. 

MEL Y LA EDUCACIÓN INFANTIL

Tampoco, llevaban muy bien en ese aula los gestos de cariño pues a mí me llegaron a decir que “no deberías darles besos todos los días, que se acostumbran”. Y yo, evidentemente, no compartía (ni comparto ahora), esa idea.

Sí que es verdad que los bebés fue mucho mejor. Noté una diferencia increíble. Supongo que fue porque las tutoras, me hicieron sentir bastante más cómoda que al principio y además en esa clase, seguían unas líneas pedagógicas totalmente distintas, pese a estar en la misma Escuela Infantil. 

Al acabar mis seis meses de prácticas, estaba confusa, por una parte estaba ilusionada y por otra parte no sabía muy bien qué pensar. Lo mejor sería comprobar de nuevo en otra escuela diferente, a ver si se me aclaraban las ideas. Ya con mi diploma para poder trabajar “legalmente”, me contrataron en una escuela privada en la que si os digo la verdad, no pude disfrutar más de lo que lo hice.

En ese momento, me di cuenta que, evidentemente para trabajar con niños se requiera tener los estudios para ello adecuado. Pero que la educación, y sobre todo la infantil también tiene que ver mucho con las personas adultas (en este caso los maestros) y su manera de ver las cosas

Por ejemplo, si alguien es demasiado estricta y poco flexible en su vida personal, lo más seguro es que, con los más pequeños, sea también así. Sin embargo, si otro alguien es solidario, comprensivo, con muestras de empatía y valores, seguramente esa profesora/o también sea así dentro de las aulas.

Por no hablar que, por supuesto, para trabajar con los niños hace falta tener vocación y desearlo de verdad, que no es un trabajo cualquiera. 

Los más pequeños tienen una única cosa que hacer: vivir su infancia. Y en las Escuelas Infantiles y en los colegios (ya no me refiero a los maestros ni educadores, sino a los altos cargos), deberían fomentar y potenciar eso: vivir la infancia y tratar a los niños como lo que son: niños
Publicado por Mel, redactora del blog www.nuncajamasyyo.com"

¿Qué os ha parecido el post de Mel? Quitando la parte que le regaño todos los días, que es mentira, lo hago ¡a todas horas! Jajajaja 

Bromas a parte, como he dicho en el encabezamiento del post, desde mi punto de vista, valoro mucho leer las experiencias y vivencias de las personas, aunque no tengan nada que ver con el ámbito de la salud. Aunque en este caso, creo que la educación sí va ligada estrechamente con la salud.

De este modo puedes hacerte una idea de lo que es en realidad algo que, por alguna u otra razón, lo tienes idealizado de un modo, que a veces, dista mucho de la realidad.

Aunque no tiene relación directa con el tema, yo también "sufrí" una gran decepción cuando empecé mis estudios de enfermería. Sí, para l@s que no lo sepáis aún, antes de titularme en fisioterapia me embarqué en el mundo de la enfermería, pero lo dejé en segundo (hablo de cuando la carrera era una diplomatura de 3 años, ...Dios que mayor me acabo de sentir).

Yo como Mel, tenía las ideas claras desde que era una enana, y quería dedicarme a algo relacionado con la salud. Y me tiré a la piscina con enfermería. Lo cual creo que fue un error, aunque está la paradoja que como aprendí tanto y lo que me aprendí me gustó mucho, digamos que fue un "mini error".

Vale ya os he liado.. jajajaja

A ver, lo que quiero decir es que la carrera en si me gustaba, pero estuve en mis dos años prácticas en pediatría. El primer año porqué lo elegí, parte de las practicas comunes, normalmente de fisiología y el segundo era algo rotativo. Vamos que toqué diferentes palos, que por cierto, es un sistema nefasto, porque no terminas de aprender todo lo que quisieras por falta de tiempo, pero claro está, tuve también dosis de prácticas en pediatría.

Y en segundo fue cuando me derrumbé. 

Soy una persona súper extrovertida, y como dicen l@s que me conocen, "echada pá lante", no tuve casi ningún problema en ninguna unidad que me fue tocando, pero a la vez soy una persona hiper sensible, vamos que lloro y me afectan las cosas a veces demasiado.

Y mi parte sensible fue la que me debilitó, ya que unas prácticas en pedriatría, para mí, son lo más duro que te puedas echar en cara.

Pediatría

Ver a niños enfermos en estado terminal, niños con heridas realmente graves, niños llorando por el dolor, e incluso niños llorando simplemente porque no entendían lo que estaba pasando a su alrededor.... 

Acabé por encerrarme día tras día, en el baño del hospital llorando como una magdalena, por todos y cada uno de aquellos niños que trababa a lo largo del día.

Hasta que mi tutora, me "pilló por banda", lo cual hasta el último día de mis días agradeceré esa conversación con ella, me dijo: "La salud de los demás, no puede hacer mella en la tuya. Tienes potencial para ello, se nota que te gusta y que te aplicas como la que más, pero mi aconsejo es que inviertas todo ello en algo que realmente no te destruya por dentro."

Y así es cuando me embarqué en el mundo de la fisoterapia, y pude encontrar mi sitio perfecto en el mundo de la salud.

¿Qué pretendo con mis palabras? ¿Y qué relación tiene con el post de Mel? 

Aunque ella lo enfoque en los niños, de su experiencia también saco otro mensaje.

Simplemente que tenemos que hacer algo que nos llene y seamos consecuentes con ello. Y si te "equivocas", ¡coñe! la vida va de eso, de equivocarse, pero no por ello debes desistir de tu sueño.

Mel, a pesar de las decepciones vividas por el camino, persiguió su sueño, y hoy en día se dedica a lo que realmente le llena. Y yo, aunque tuve que cambiar de dirección y seguir por otro camino, también lo hice.

ACTUALIZACIÓN: El Mundo de Mel ya no se encuentra en el blog, ya que en la actualidad la autora ya no colabora en Mi meta, tu salud.

¡Un saludo maj@s!

13 comentarios:

  1. anda que quien te dijo que no les dieras cariño a los niños se lució... no hay nada más maravilloso que achuchar a tus enanos porque así se crea mayor vínculo afectivo!! el curso pasado pille la enfermedad de "boca-mano-pie" por estar toooodo el santo día dandoles besos (según me dijo la doctora). Me recomendó que no me acercara tanto porque coges los virus suyos, pero a mí me da igual!! Y lo bien que te sientes cuando te achuchan esos bracitos?jajajaj
    y mis prácticas fueron como las tuyas, unos días llegaba llorando y otros encantada!!jajaja
    un beso enorme para las dos! y feliz finde ;)

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    1. Pienso exactamente lo mismo.He alucidado pepinillos al leer a Mel. ¿Un maestro que no dé afecto a sus alumnos y más cuando son unos renacuajos? Yo alucino...
      Jajaja Te creo, te creo. Se te ve una persona hipermega dulce y por consiguiente, tus peques fijo que no se libran de unos buenos achuchones, que fijo los agradecen con locura.
      Feliz finde cielo besotes

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  2. Siempre he pensado que dedicarse a la educación infantil es uno de los trabajos más importantes y más delicados que hay, porque tienes en tus manos unas personitas a las que vas a "moldear" y a las que vas a imprimir en su carácter muchos aspectos para el futuro, y no sólo eso, sino que la comunicación con ellas no es fácil, no son maduras, no son adultos, y tienes que tener una sensibilidad y una paciencia especial, una vocación real, sino es que te has equivocado de sitio. Por eso entiendo las satisfacciones y las frustraciones de un educador vocacional. Y en la medicina pasa lo mismo, no en vano dicen siempre que la especialidad de pediatría es una de las más difíciles que hay (no todos los estudiantes de medicina la quieren), porque el paciente no puede comunicarse contigo con la suficiente claridad como para decirte dónde le duele o lo que le pasa, y poder acertar con el diagnóstico. Además, ver de cerca el sufrimiento y el deterioro de unas vidas que apenas empiezan puede destrozar a cualquiera. Así que os entiendo perfectamente a las dos. Lo que no entiendo es que hacéis todavía juntas con lo mal que os caéis y las "pestes" que contáis la una de la otra... Un post sobre masoquismo YA! porque esto no hay quien lo entienda. Si no pasa nada, si os podemos leer por separado, así que acabad con esto ya y no os martiricéis más, anda.. Venga, un besito para cada una.

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    1. Jajajajajaja ha empezado la seño, que conste. Me tiene manía.. Jajajaja ¡Hola tesoro! La verdad que ambas, como muchas otras profesiones, tiene que ser vocacional total. Pero trabajar con niños, necesitas vocación, y hablo en mi caso, intentar dejar ciertos sentimientos fuera, sino , como me ocurrió a mí, fue una tortura. Por ello siempre he admirado mucho a los pediatras y enfermeras de pedriatría.
      Besos cielo

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  3. Hola chicas! :)
    Me he quedado con la boca abierta, ya tu pequeño guerrero tiene dos meses? Madre mía cómo pasa el tiempo Carol :)
    Estoy de acuerdo contigo Mel, hay que tener una vocación innata, a mi me encantan los bebés y los niños, conecto muy rápido con ellos pero sin embargo, nunca barajé la posibilidad de dedicarme a ser educadora infantil.
    Me ha llamado mucho la atención que pasaras por enfermería Carol, no lo sabía, pero sinceramente y como tu dices fue un mini-error porque aprendiste mucho y te gustó. Pero realmente nunca hay errores en la vida, sino cosas de las que aprendemos y nos permite saber que queremos realmente en la vida. También nunca barajé dedicarme a la medicina, desde mi punto de vista hay que tener vocación y ser una persona fuerte.

    Besotes!!

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    1. ¡Hola cielo!
      Sí, dímelo a mí..está hecho un machote.
      Ya.. bueno, mi primera opción era medicina, pero me faltaron décimas en la universidad que quería ir yo, y como soy una testaruda, era en esa o nada, así que opté por otros caminos. Vocación creo que tengo, porque me gusta y mucho, pero lo de ser fuerte.. ya lo llevo peor. Nada, que ser una pánfila se paga también jajajaja.
      Y lo de Mel, más de lo mismo, o tienes vocación o apaga y vámonos. Una persona que trabaje con niños debe ser "especial".
      Besos cielo

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  4. Tienes razón cuando dices que para trabajar con niños hay que tener vocación para ello. Yo personalmente no podría porque no sé como lidiar con un grupo de niños juntos y si son traviezos más. En este país requiere tremenda paciencia porque te ponen una demanda por cualquier cosa y luego te ves envuelta en tremendos lios legales, pero admiro a las personas como tú que le dedican su tiempo y su amor a los pequeños. Besos.

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    1. ¡Hola guapa!
      Por supuesto, si no se tiene vocación, trabajar con los peques es imposible.
      Besotes

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  5. Como madre una de mis mayores preocupaciones es la que tu dices que las personas que vayan a estar encargadas en el colegio de la educación de mi hijo no tengan vocación, porque los pequeños son traviesos, inquietos y esponjitas, las personas que estan en contacto con ellos deben ser capaces de atesorar esas caracteristicas, saludos

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    1. ¡Hola guapa!
      Exacto, es preocupante dejar a tus hijos en según que manos. Con los peques, no todo vale, aunque con los más creciditos tampoco, porque a lo largo de mi carrera como estudiante, me he topado con cada uno que si fuese por esa persona, creo que hubiese dejado de estudiar. Te hacen aborrecerlo.... ais.
      Gracias por tu visita y animarte a comentar.
      Saludos

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  6. Hola, la verdad lo que más me ha llegado fue tu parte final después del post de Mel. Quizás es porque me he encontrado en esa situación o porque veo que mi hermana lo esta pasando ahora y no quiero que se sienta igual que yo... no sé, pero me ha encantado eso de...
    "Simplemente que tenemos que hacer algo que nos llene y seamos consecuentes con ello. Y si te "equivocas", ¡coñe! la vida va de eso, de equivocarse, pero no por ello debes desistir de tu sueño."

    Pero a veces es muy difícil encontrar ese ALGO que nos apasione ¿no crees? yo también amo a los niños, cuando inicie mi carrera, pensé en ser educadora como mi mamá, me gustaba mucho la biología y nutrición... pero termine estudiando Marketing jaja me apasiona la moda así que es algo en lo que pienso especializarme y soy de las que cree que por algo pasan las cosas, lo que no es para ti... ni a fuerzas. Besos nena.

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    1. ¡Hola cielo!
      Es que creo sinceramente que la vida va de eso, de equivocarnos, y aprender. E intentar realizar algo que de verdad nos llene. Gustarnos, pueden gustarnos muchísimas cosas, pero que nos llenen día tras día pocas.
      Y tanto que es difícil, pero debemos intentar acercarnos a lo que sí sabemos que nos gusta, y quizás ir probando para encontrar lo que realmente nos llena y apasiona. (No sé si me he explicado jajaja que lío)
      De todos modos, muchas gracias por tus palabras guapa.
      Besos

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  7. Estoy totalmente de acuerdo en que es fundamental adaptar la educación a los tiempos actuales y a las necesidades de los estudiantes para lograr un aprendizaje efectivo y significativo.

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